
Es la historia contada en estas páginas. Representa un trabajo de análisis, imaginación y compromiso. Como análisis, describe las raíces históricas, la dinámica actual y los peligros futuros del desarrollo mundial. En cuanto a imaginación, describe escenarios globales alternativos de largo alcance, y considera sus implicaciones. Como compromiso, intenta proponer uno de estos escenarios, la Gran Transición, identificando estrategias, agentes de cambio y valores para una nueva agenda global.
Han pasado dos décadas desde que la noción de "desarrollo sostenible" fue incorporada al léxico de la jerga internacional, inspirando innumerables reuniones internacionales e incluso algún grado de acción. Pero estamos convencidos de que la primera ola de la actividad en pro de la sostenibilidad, que comienza con la Cumbre de la Tierra en 1992, es insuficiente para alterar las alarmantes tendencias globales. Una nueva ola debe comenzar a trascender los paliativos y las reformas que, hasta ahora, pueden haber encubierto los síntomas de la falta de sostenibilidad, pero que no pueden curar la enfermedad. Un nuevo paradigma de sostenibilidad debería desafiar tanto la viabilidad como la deseabilidad de los valores convencionales, las estructuras económicas y los ordenamientos sociales. Debería ofrecer una visión positiva de una forma civilizada de globalización para la toda familia humana.
Esto ocurrirá sólo si sectores claves de la sociedad mundial logran comprender el carácter y la gravedad del desafío y aprovechan la oportunidad para revisar sus agendas. Cuatro agentes globales principales de cambio, actuando sinérgicamente, podrían impulsar un nuevo paradigma de sostenibilidad. Tres de ellos son actores globales: las organizaciones intergubernamentales, las corporaciones transnacionales y la sociedad civil actuando a través de organizaciones no gubernamentales y de las comunidades espirituales. El cuarto es menos tangible, pero es el elemento subyacente crítico: la conciencia del público en general sobre la necesidad del cambio, y la difusión de valores que den primacía a la calidad de vida, la solidaridad humana y la sostenibilidad del medio ambiente.
El cambio global se acelera y las contradicciones se profundizan. Se necesitan con urgencia nuevas formas de pensar, actuar y ser. Pero tan cierto como que la necesidad es el estímulo que empuja hacia una Gran Transición, la oportunidad histórica de dar forma a un mundo justo de paz, libertad y sostenibilidad es el imán que atrae. Esta es la promesa y la atracción del siglo veintiuno.
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